jueves, 3 de diciembre de 2009

El Chiquihuitazo


La madrugada del 27 de diciembre de 2002

El viernes 27 de diciembre de 2003 todos se preguntaban qué hacía la señal de TV Azteca en la frecuencia donde antes estaba Canal 40, ya que a partir de las seis de la mañana, las transmisiones de este canal estaban fuera del aire. Aunque tal vez la pregunta que más intrigaba a todos era ¿qué había ocurrido esa madrugada en el Cerro del Chiquihuite?

Las versiones publicadas al respecto eran contradictorias. Todo ocurrió entre las 2 y las 5 de la mañana, sin ninguna autoridad de por medio.

Posteriormente CNI dio su versión de los hechos en el que afirmaba que: “un comando armado de guardia privada de Televisión Azteca tomó por asalto las instalaciones de CNI Canal 40 en el Cerro del Chiquihuite, canceló la señal televisiva de CNI Canal 40 y trasmite la señal del Canal 13 de TV Azteca". De acuerdo con éste comunicado, los trabajadores de CNI Canal 40 a cargo de las instalaciones fueron desalojados con amenazas e insultos. Más tarde, Canal 40 ratificó su versión de que "los hechos sucedidos en la madrugada fueron un acto violento, unilateral y sin precedente en la historia de la televisión mexicana.”

Ante tal versión, TV Azteca publicó un comunicado declarando que “jamás usó la violencia para exigir el cumplimiento de los contratos celebrados con el señor Javier Moreno Valle” y que era “falso e inexacto que un comando armado hubiese actuado en las instalaciones de Canal 40 […] en tales condiciones, continuamos con la operación del Canal 40 en los términos que de los contratos que tenemos celebrados”

Ante la opinión pública se presentarían a lo largo de los días siguientes las fuentes, entre ellas los trabajadores de vigilancia y seguridad de Canal 40, el acta levantada por el notario público Mauricio Oropeza, y un video filmado por personal de la televisora del Ajusco. De éste último se hablaría mucho pues se afirmó que para filmarlo se había obligado a los trabajadores de CNI a actuar la entrega “pacífica” de las instalaciones.

El 3 de enero de 2003, los siete trabajadores que habían sido dieron una entrevista para dar su versión de lo que pasó aquella madrigada. A continuación, se citan fragmentos de la entrevista publicados por María Scherer Ibarra y María Luisa Vivas para la revista Proceso (1365) el 29 de Diciembre de 2002:

1. Jesús Ríos Nieto (miembro del equipo de seguridad privada): “salí a dar mi rondín, cuando me salieron unos encapuchados, me tiraron al suelo y esposaron”. Lo condujeron al máster y posteriormente a la caseta de vigilancia. Los encapuchados le cubrieron la cabeza con una cobija. “Me ofrecieron dinero, no sé cuanto”. Ciro Gómez Leyva le pide que lo muestre. Jesús coloca un fajo de billetes de 500 sobre la mesa.
2. Manuel Durán (escolta de Javier Moreno Valle): “asegura que lo atraparon cerca de una sala de cómputo. ‘Tenemos miedo, por eso quisimos hacerlo público”.
3. Ignacio Martínez (guardia): descansaba hasta que escuchó gritos desde su litera. De acuerdo con su testimonio, segundos después, cuando abrió los ojos, se vio encañonado. A él lo arrastraron, esposado, hasta un patio. Dice que creyó que se trataba de un asalto y que los encapuchados preguntaban dónde estaban las armas.
4. Ricardo López Arredondo (otro de escolta): “dice que lo sometió un comando de seis personas que lo despojó de su escopeta”.
5. Ing. César Noel Serrano: “[…] los invasores lo llevaron a la cocineta y le gritaron: ‘La bronca no es con ustedes’”.
6. José Ponce (operador): escuchó dos disparos. Fue obligado a “subir” la señal de Televisión Azteca al aire "[…] había muchas camionetas, un hombre trajeado y personal técnico, además de los encapuchados”.
7. Armando Pérez Robles (vigilante): “lo hago por mi familia, no por nosotros, que estamos propensos todos”.

Durante el artículo, las periodistas dan más detalles sobre lo ocurrido y comentan que de acuerdo a la versión de los trabajadores las personas que conformaban el comando armado “[…] les quitaron sus credenciales de elector y, por radio, repitieron sus nombres y domicilios. Violentados y amenazados, señalan, firmaron un documento que hacía constar que entregaron las instalaciones pacíficamente”.
Ver también:El Chiquihuitazo (2002)

No hay comentarios:

Publicar un comentario